Como deja ver el reportaje de Informe Especial hay dos cosas muy escasas en Atacama: el Agua y los consensos y articulaciones en torno a una solución. Por ahora cada uno pelea su batalla. Los ciudadanos y su derecho al agua abandonados a su suerte.
Será el tema de la semana y enhorabuena. Si hay algo que le falta a la región de Atacama es concentrarse en sus verdaderos desafíos con los dolores que eso traiga. También hacía falta compartir con Chile la crítica situación del agua, tema antiguo en la zona, pero para la mayor parte de los chilenos, una completa novedad.
Nosotros con el diario El Quehaydecierto hemos sido tribuna abierta desde que estamos al aire para abordar el tema del agua en Atacama, con majadera insistencia, porque creemos que siendo tan importante el asunto, es mas dramático que no hayan consensos articulados en el mundo político y social en torno a líneas de acción sobre esta situación.
Si hoy se preguntan: ¿dónde está el gran acuerdo regional para el agua? ¿ La estrategia regional de inversiones para resolver la crisis? ¿ Dónde está? ¿existe? ¿ tiene legitimidad o piso político? no hay respuesta.
Hace una semana, desde nuestro medio asociado CNN CHiLE estabamos despachando sobre esta crisis hídrica buscando poner el tema en la agenda nacional, atendido que en la agenda regional pareciera que no hay solución posible.
"Informe Especial" habló con una serie de rostros conocidos en la región, que son y han sido protagonistas para bien y para mal, de la situación actual del recurso hídrico.
Así como fue contada la historia, causa dolor y rabia la manera en que muchos, cuál mas cuál menos tienen una cuota de responsabilidad, ya sea por acción u omisión en esta situación. Se dibuja también un escenario negro en el que la región camina en el borde del desastre con demasiada liviandad.
No se ven acuerdos ni plataformas de unidad para abordar el tema, por el contrario sólo arrestos individuales, útiles pero insuficientes. No aparecieron en el programa los parlamentarios de la región, quienes por la naturaleza de su rol, deberían ser grandes articuladores de soluciones políticas en la materia. Sabemos que han hecho lo suyo, pero les pedimos que hagan la otra parte, construir unidad y capital político porque sólos, ninguno es capaz de resolver el asunto.
No es la minería ni la agricultura el problema, pese a que son principales consumidores de agua, lo insensato es la manera que hemos permitido que se desarrollen ambas en la región, con una libertad insólita como si no vivieramos en medio del desierto mas árido del mundo y donde las concesiones de derechos de agua son mas valiosas que en cualquier otra parte.
La falta de regulación sobre estas actividades, la nula transparecia del "mercado del agua" y la cómoda situación de la Sanitaria Aguas Chañar que posee la concesión del suministro hasta el 2034 parece ser el caldo de cultivo ideal para un desastre.
El reportaje de "Informe Especial" termina mal, queda trunco, abierto, sin una conclusión ni un final feliz, pero pensándolo bien, es bueno que así sea. Este asunto no tiene tampoco un final feliz y tal como se ve ahi, no hay nada ni nadie garantizándole hoy a la ciudadanía de Atacama que va a tener agua disponible y potable para beber en el futuro. Así de dramático.
Nuevamente en nuestros país, la ciudadanía queda atrapada en una camisa de fuerza institucional en donde no existen las instancias para abordar estos asuntos y las que existen no lo resuelven, quedando todo a merced del "buen criterio" de nuestras autoridades, que claro está no ha sido suficiente y en manos de las empresas, que son a la vez, responsables de la situación y desde nuestra perspectiva se han mostrado incapaces de resolverlo.
Acá faltó la política una vez mas, el mercado no va a resolver este asunto en beneficio de los ciudadanos, eso es claro. Aguas Chañar no tiene prácticamente ningun estímulo para ser mas diligente, invertir mas o prestar un mejor servicio. Las mineras resolverán el asunto por su cuenta, haciendo usos de sus grandes recursos que poseen, los agricultores se verán afectados y probablemente forzados a rendirse y vender sus derechos de agua. ¿Y la gente, los Copiapinos y los atacameños que?
Es ahí donde se echa en falta un acuerdo político, que privilegie la seguridad humana en torno a agua y que impulse hacer lo necesario: invertir, nacionalizar, traer expertos, lo que se requiera para decirle a la ciudadanía: "tu agua está garantizada, lo demás, ya veremos". Hoy es al revés. y eso claramente no es tolerable.
Como suele pasar en Chile, este dolor de Copiapó no tiene acogida en las elites santiaguinas que toman decisiones, mal que mal Copiapó no les ha importando nunca y no hay motivo para creer que ahora lo hará.
No va a quedar otra opción que hacer de este tema un tema político, de derechos, ojalá lo mas amplio y tranversal posible con una ciudadanía organizada, exigiendo, exigiendo , exigiendo su derecho al agua como nunca se ha hecho. Magallanes ya lo demostró en el tema del gas, si no se endosan los costos politicos a la elite santiaguina no hay acción ni solución.
El problema es que parece ser que en la región sólo se alcanzará unidad y organización en este tema cuando realmente estemos al borde del abismo. Paradojalmente, la esperanza es que para esto queda muy poco.
Acá el link para revisar el programa
articulo de Robinson Esparza
Fuente: El que hay decierto
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